Exposición

SAMPLING

La omnipresencia de los medios de comunicación de masas, la universalidad de la imagen, el progreso tecnológico, la propaganda y la publicidad, han transformado nuestros hábitos visuales y afectado el arte de manera definitiva. En primer lugar, se han modificado los viejos paradigmas visuales, y se han ido configurando nuevos que nos sitúan (según la terminología de Arthur C. Danto) ante un arte global post-histórico, cuya estructura aún nos falta por comprender y en el que aún estamos en proceso de pensar nuevos paradigmas interpretativos. Bajo estas premisas se podría pensar que la narrativa hubiera sido cumplida, agotada y rebasada, y el arte producido a partir de este momento ya no necesitaría recurrir a ninguna forma de esa narrativa, es decir que fuera un arte que no necesita ya de la legitimización de su pasado. Así pues nos encontramos ante un arte en diálogo con la cultura de masas, lo que resulta en una estrategia: la apropiación, que tiene un papel fundamental tanto en la relectura y en los formalismos de la construcción de una imagen, como en la crítica de la institución del arte y sus mitos.De entre las prácticas apropiacionistas, el collage, si se le concibe como una dinámica más que como una técnica, es el recurso más recurrente entre las estrategias de apropiación, y el ejercicio más frecuente en el arte de los últimos cincuenta años; en este sentido representa el prototipo de lo contemporáneo. Ya que es ejercida por todas las disciplinas artísticas, con recursos y técnicas muchas veces semejantes, y usando elementos procedentes tanto de otras formas de expresión cultural como de su propio medio, logra trascender la autorreferencialidad para trabajar sobre el entorno, mediante la revisión, la relectura y reconstrucción o deconstrucción de una manera verdaderamente consecuente con la realidad en que vivimos.

Para Benjamin Buchloh, en la estética del montaje existen implícitas una relación dialéctica, y una naturaleza alegórica y su intención originaria sería el transmitir sentidos ocultos en las manifestaciones públicas. Ante todo es una estrategia de yuxtaposición que consiguió transgredir en su momento todas las convenciones, al descubrir el carácter aleatorio de la elección de sus elementos constitutivos y agruparlos en una unidad de sentido puramente simbólico. Por ejemplo el cine de compilación o found footage, cuya historia es tan amplia como la del cine convencional; un cine de recuperación que obtiene su material de las imágenes producidas por otros, a partir de descartes o material de deshecho, y que además posee un gran valor económico y ecológico, ya que se ahorra la mayor parte de los procesos de producción, y que al centrar su interés operativo en los procesos de montaje, podría calificarse como un collage diacrónico. De igual forma en la música, los anglicismos sampling y sampleado y también el término muestreo musical hacen referencia al acto de tomar una porción o sample (“muestra”) de un sonido grabado en cualquier tipo de soporte para reutilizarla posteriormente como un instrumento musical o una diferente grabación de sonido. Se elabora, así, una mezcla o sucesión de secuencias de canciones o videos que además pueden estar transformados mediante efectos.

En cualquier caso los procesos apropiacionistas han ido radicalizando sus estrategias, lo que nos remite indiscutiblemente al concepto de post-producción de Nicolás Borriaud: la cultura como un escenario , y el arte como un medio que reprograma el mundo contemporáneo.

Sampling de Nicolás Guzmán, es una muestra de cuadros pintados en un estilo foto-realista, utilizando imágenes que nos remiten a una memoria histórica de la cultura de masas: fotografías de conciertos de rock y/o música electrónica, stills de películas, pornografía e imágenes heterogéneas que inundan la cotidianidad visual, e indudablemente se percibe en ellos una conexión directa entre el signo pictórico y la experiencia existencial. Dichas imágenes de las que se apropia, sirven a Nicolás Guzmán, no para imitar la función de la fotografía, sino que utiliza la indexicalidad de éstas para un efecto distinto, para representar sensaciones de momentos vivenciales.

El proceso de construcción de la imagen en cada cuadro, no encarna un contenido emocional específico ni hay intención narrativa, más bien nos sumerge en una sensación de ambigüedad intensa. Ningún sentimiento privilegiado se impone al espectador, sino que nos despliega una amplia gama de opciones y nos enfrenta a un momento de crisis en el que cada quien debe determinar lo que ve. Nos enfrenta con imágenes que sencillamente se funden en diagramas de color, intercalándose en una complejidad cromática más como equivalentes visuales de la música que de algún discurso literario. Pinturas visualmente llamativas y en gran medida glamurosas que transmiten una ambigüedad emocional deliberada.

Dentro de este recorrido por la conciencia colectiva y cargado de significación implícita, Sampling actúa no como un apunte a la memoria, sino como una réplica postrera a una sacudida de gran impacto al sistema sensorial, una descarga telúrica en lugar de una transcripción literal, que nos devela que Nicolás Guzmán es un artista que logra que la realidad se desvanezca, que la recuperemos a través del fetichismo y al final nos la concede como alegoría de lo perdido.

Irais Esparza
México, D.F. 2013

SAMPLING por Nicolás Guzmán